Sinapsis de un Tapicero

El almohadón… puesto en bandeja.


Hola.

Ya he comentado en alguna ocasión la importancia de un buen cinchado o la preparación de un buen elástico para la comodidad de la sentada, en combinación con el modelo de almohadón que elijamos:
Si os habéis fijado alguna vez y en la mayoría de modelos que tienen almohadones sueltos, el asiento propiamente dicho del armazón del sofá, sillón o butaca, consta de dos partes bien diferenciadas: Imagen230
  • El asiento: Es la base en sí de la sentada, el “grueso” del cinchado o elástico donde reposamos el peso de la culada, básicamente está compuesto de la cincha o muelles, la goma y la tela.
  • La bandeja: En la parte delantera del asiento y de diez a quince centímetros de anchura, mediante cosido o pegado y en algunos casos “insinuado” (sin delimitaciones de costura), se ganan unos centímetros de altura para acomodar los almohadones, a esto, se le denomina bandeja. El propósito de la bandeja no es otro que evitar deslizamientos del almohadón hacia delante al sentarnos y ayudar a la tirada del esqueleto para tumbar el cuerpo hacia el respaldo, en pro de la comodidad.

Hay varias formas de fabricarlas, tantas como materiales destinados a tal fin, pero os explicaré las más usuales o descriptivas con cada tipo de material.

Lo más usado y de fácil ejecución es utilizar burlete y goma espuma. De los distintos gruesos existentes, para el asiento utilizamos los burletes de 30 ó 40 (mm.) que son los más gruesos  y los más apropiados para estos menesteres. Generalmente, las telas de los asientos van cosidas a mano independientemente del material que empleemos, siguiendo idéntico procedimiento.
Otra adaptación de la rampa guarnecida a mano, casi extinta, es la rampa de goma prensada. Ambas se suelen utilizar para los asientos elásticos, con la diferencia de que para las primeras son necesarios conocimientos específicos amén de horas de práctica y para la segunda, cola impacto. Otro elemento a favor de la goma prensada, esta vez en pro de la productividad, es el tan ninguneado tiempo de fabricación, claro está que no perdurarán lo mismo en el espacio/tiempo y el resultado es similar, que no igual, pero el efecto de usabilidad es el mismo.

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En la foto del sofá Chester se aprecia el acabado de la rampa de goma prensada.

Ahora que ya sabemos un poco más del porqué y del cómo del sustento de los almohadones, lo suyo sería explayarme con cada tipo de éstos… y así será en las próximas entregas, donde daré a conocer el preparado de todo tipo de almohadón (o hasta donde me sé), además, si lo hiciera del tirón, tanto vocablo resultaría de lo más grimoso  y prefiero no cansaros vía aburrimiento… también me sirve de desahogo para esos incipientes momentos de crisis mentaloide, cada día más profusos ;)

En el día de hoy, quiero dedicarle esta entrada a la peque del hogar que la tengo tirada en el sofá celebrando su noveno cumpleaños con unas décimas un tanto febriles… FELICIDADES, BRUJILDA!! (que te mejores ;)

Un saludo.



2 comentarios :

  1. ¡Me encanta! son cosas que es dificil aprender uno mismo. Mil gracias por enseñarnos los entresijos de probablemente junto con la cama el mueble más valorado y disputado de la casa.
    Un saludo y que se mejore tu peque, debe de haber bichos sueltos por que yo he tenido los tres crios y a mi marido zapateados por los sofas todo el fin de semana.

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  2. Hola Mamen.
    Es un placer que el tema en cuestión sea de tu agrado, además creo vital saber donde ponemos el culo ;)
    La Damisela está recuperada casi a tope, ya se sabe con los chicos, un día parece que los ha dejado un río y al otro se suben por las paredes... la juventud, que todo lo puede ;)
    Espero que os hayáis recuperado, cuando entra el bicho en casa no se salva ni el apuntador.
    Ah!... mil de nadas ;)
    Un saludo Mamen.

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