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Tras mostrar una indiferencia infinita, latente en todos los estratos de la plebe, sólo nos queda esperar los bombeos de coxis del sometimiento (ahí es nada). ¿Dónde están los revolucionarios?, ¿los inconformistas?, ¿los antitodo?, ¿los que se aburren en casa?, ¿los que no encontrarán un trabajo honorable cuando les llegue la edad de emanciparse?, ¿los que ya no tienen nada que perder?, ¿los que ya han cotizado más de la cuenta?, ¿que hacemos los que desearíamos seguir trabajando con honores?… aquí no se libra ni el apuntador.
A fecha de hoy ya se ha dictado sentencia y es poco lo que podemos hacer al respecto, se nos ha “pasao” el “asao”. En países vecinos, creo recordar, por mucho menos se ha hecho mucho más, los estudiantes han paralizado al país entero y los trabajadores no quieren jubilarse a los 65, aquí somos más chulos que uno que era muy chulo y ni chistamos con la noticia de que tendremos que empezar a currar desde la aparición de la primera dentición hasta bien entrada la cuarta edad. Ahora el empresario tiene un sinfín de facilidades que le otorgan impunidad absoluta en referencia a los despidos de cualquier tipo, contrataciones de minuto y pico exentas de remordimiento y ayudas económicas de índole incomprensible. Estaremos de acuerdo que el empresario es el que promueve el empleo y que debe percibir ayudas que, en momentos difíciles, le ayuden a mantenerse a flote, ayudando así a las familias que dependen del trabajo que mendigue en el cada vez más exigente y trillado mercado laboral. Eso sí, la gestión de su empresa debería ser vigilada y controlada a la hora de entrar en particularidades especiales… no se vaya a dar el hipotético caso de que no se dé buen uso a dichas ayudas y/o facilidades.
Mi Madre siempre ha sido una trabajadora autónoma, de esos empresarios que cuando ha habido problemas, los ha afrontado de frente, haciendo sangre y cuidando de sus empleados, si alguien tenía que quedarse sin cobrar un mes, era la jefa en este caso, la que se quedaba a dos velas. No se escudaba en estudios de mercado para arañar alguna peseta a los empleados a su cargo, ni pedía subvenciones para expedientar regulaciones de empleo, siempre ha salido del agujero mejor o peor parada, pero eso sí, con la cabeza bien alta. Estos empresarios de la pequeña empresa son los merecedores de cualquier ayuda, económica, moral o cualquiera que sea y que de buen gusto, sus empleados le sacarían la cara en una pelea.
Pero no nos engañemos, éstos son los menos, lo que está de moda es vender alguna propiedad, por pequeña que sea, para acreditar pérdida de patrimonio y optar a pillar cacho por ser un negocio malogrado. Ya no basta con haber tenido pérdidas económicas, con no haber ganado el mismo pastizal que en temporadas anteriores, ya pasas al grupo de damnificados. En este punto declaras una E.R.E. y entre semana cobras del estado y el viernes, incomprensiblemente, te viene trabajo a desempeñar el Domingo a cambio de un Martes. Aún así, te lo dejan a deber porque tienen pérdidas (perdón, no tienen ganancias) y si quieres, pues bien, si no, ya sabes que tienes miles de personas que se han quedado sin comida y desempeñarían tu trabajo por un precio más cómodo de alojar en el bolsillo. Siempre se ha sabido que cualquier tipo de arma no debe caer en malas manos por si no recibe el uso para el cual fue concebida, lo que ya no sabe nadie es porqué, siempre, cae al amparo de los que menos debiera y si no directamente, pues acaba a recaudo de sus amigos que dictan y ostentan el título de inventor de leyes, para inventarse una que les proporcione beneficio y regocijo.
Habrás pensado que estoy un poco mosca con el tema y estás en lo cierto, de cierta forma también soy otra víctima de la sentencia firme de la mal llamada reforma laboral, que más bien ha sido un formateo en toda regla, aquí te dejo el documento ya firmado de este cúmulo de despropósitos:
Esto es todo, que no es poco y sí digno de repaso y si habéis conseguido leerlo en su plenitud, os daréis cuenta de lo “dejaos que semos”… a lo que un conocido añadiría:
-“… a quien por gusto duerme en el suelo, no hay que tenerle duelo.”
Venga, que ya está, ya perdonaréis la prosa cansina, pero si le suelto todo esto a la señora esposa, me echan de casa antes de que termine de pagarla.
Hola Tapestry...., de prosa cansina nada, demasiado comedido y respetuoso has estado ante la debacle a la que nos han llevado economistas y presidentes de gobierno.
ResponderEliminar¿Empresarios....?, no Tapestry no, en España hay negociantes que mientras va bien, funcionan, en el momento se pone cuesta arriba,recogen beneficios y abandonan. La actitud de tu madre es algo anecdotico hoy en dia, en incluso sería motivo de mofa y burla por parte de esos negociantes que cobran las ayudas que mencionas.
Podriamos hablar tanto de honestidad, de rectitud, de responsabilidad, de principios..., valores enterrados y bien enterrados gracias a las maniqueas reformas educativas ejecutadas por los ultimos gobiernos..., todo enfocado a generar poblaciones estupidas e inmoviles sin criterio ni capacidad de critica.
Un abrazo chaval y mantengamonos a flote que no es poco.
Chapeau!!
ResponderEliminarNo caben palabras después de las tuyas, ya sabes que la razón... para el que la tiene.
Bicipalo, siempre es un placer verte por aquí y más dando cera a esos "negociantes".
Un saludo.