Vivo doble…

Hola.

Pues sí, ya estamos otra vez con las coincidencias rimbombantes del título de la entrada… no me refiero a que viva más rápido de la cuenta ni que mi advenimiento al mundo bajo los influjos de la constelación de Géminis, me haga vivir por dos, es otra forma de llamar a una terminación del mueble tapizado: El doble vivo.

En cierta ocasión Mamen se interesó en el tema, por lo que todo esto, lleva una dedicación explícita ;)

El doble vivo es otra de las muchas formas de acabar, como tal, los tapizados, en su funcionalidad más usual. Hay otra forma de utilización que se emplea para simular el vivo suelto que se cose a mano, o a máquina, en ladillos o contras. Como veréis, los dos estilos son igual de válidos pero con resultados muy distintos dependiendo de gustos o necesidades, ya que no siempre se pueden emplear, indistintamente, las dos formas. Una vez aclarados ambos usos, paso a explayarme en cada uno de ellos:

En primer lugar trataré de explicar la simulación del vivo suelto y que es la más sencilla y rápida de ejecución:

Para la particularidad del modelo expuesto, lo primero será clavar el contra a la inglesa, con cartón, y clavar la goma o el algodón, sin llegar al borde o donde tengamos planeado finarlo, más o menos un centímetro, que es más o menos el grosor del vivo que emplearemos. Con esto evitaremos que la “culebra” de plástico monte sobre la goma produciendo bultos indeseables que deslucirían las supuestas líneas perfiladas. En este caso en particular prefiero usar el vivo más estrecho de los dos, que es de plástico y menos blanco, éste cierra mejor en estas lides, para mi gusto, y permite un último ajuste a martillazos ;)

Una vez apuntado/sujeto por abajo y con los extremos libres, envolvemos el vivo con la tela sobrante de los costados, ajustándola lo suficiente para que no queden bolsas de tela o pliegues a la hora en que la grapa, aplique el golpe de tensión final… como siempre, la práctica es la que se encarga de encontrar el punto de “cocción” exacto.

La herramienta que emplearemos debería ser distinta de la que emplearíamos con el resto del claveteo. Una pistola normal, tiene la boca demasiado ancha para poder hacerse un hueco en el canal del vivo doble, que aún se hace más angosto si contamos con el recio o la grosura de la tela que estemos rematando. Así pues, usaremos a la “galgo” para estos menesteres, la he bautizado tal que así, y para la ocasión, porque también tiene el morro fino y alargado. El inconveniente de usar la pistola trotera, es que no llegará a clavar hasta el fondo, haciendo necesario (en la mayoría de los casos) un repaso con destornillador plano y martillo para acabar de insertar las grapas, presionando así lo necesario para esconderlas.

                            

Esta terminación puede emplearse en los cuatro costados del contra, según modelo, teniendo especial cuidado a la hora de clavar las esquinas, al llegar a una de éstas, hay que practicar un corte en uve seccionando sólo el lado interior del vivo, ya que si no, sería imposible plantear la esquina de una forma limpia.

Bueeno, espero y deseo que haya quedado clara esta forma de terminar una pieza tapizada, que creo acertar si digo que es la más rápida, fácil y económica de las terminaciones, aunque ni todos opinaremos lo mismo, ni a todos nos gustará por un igual… pero para gustos, los míos ;)

Por cierto, que para la próxima, cuento como ponemos el vivo doble cosido, que es la forma más habitual de colocarlo y la que supongo esperaba Mamen, pero creo que era necesario dar a conocer todas las posibilidades de dicho material… además, hoy ya me he quedado sin folios ;)

Gracias por vuestra atención y hasta pronto.

Un saludo.